En el marco de la implementación del Programa Regional ComVoMujer Combatir la Violencia contra la Mujer en Latinoamérica, ENDESA-BOTROSA, a través de su programa Bosques para Siempre, realizó acciones de prevención en violencia contra las mujeres con mujeres jefas de hogar de los TAMCO (Talleres Artesanales de Mujeres Comunitarias) y mujeres de la Asociación Artesanal de las provincias de Pichincha y Esmeraldas, zona rural de Ecuador. Se desarrolló un programa para que conozcan y ejerzan sus derechos en su vida cotidiana, tomando acciones preventivas contra la violencia hacia ellas, mejorando su calidad de vida. Se capacitó a, al menos, 100 emprendedoras de TAMCO y Asociación 4 de marzo. Para ampliar el ámbito de actuación, se desarrollaron 5 programas radiales difundidos en las radios locales de la zona de influencia de la empresa, un medio importante para la toma de conciencia en comunidades rurales. En el marco de la implementación del Programa Regional ComVoMujer Combatir la Violencia contra la Mujer en Latinoamérica, ENDESA-BOTROSA, a través de su programa Bosques para Siempre, realizó acciones de prevención en violencia contra las mujeres con mujeres jefas de hogar de los TAMCO (Talleres Artesanales de Mujeres Comunitarias) y mujeres de la Asociación Artesanal de las provincias de Pichincha y Esmeraldas, zona rural de Ecuador.
Se desarrolló un programa para que conozcan y ejerzan sus derechos en su vida cotidiana, tomando acciones preventivas contra la violencia hacia ellas, mejorando su calidad de vida.
Se capacitó a, al menos, 100 emprendedoras de TAMCO y Asociación 4 de marzo.
Para ampliar el ámbito de actuación, se desarrollaron 5 programas radiales difundidos en las radios locales de la zona de influencia de la empresa, un medio importante para la toma de conciencia en comunidades rurales.
Además, se desarrolló un foro empresarial para tratar el impacto negativo de la violencia hacia las mujeres y acordar medidas empresariales para prevenirla

En el marco del foro empresarial, ENDESA-BOTROSA pudo establecer contacto con otras empresas —sobre todo de la industria palmera— y actores de la política local, la policía y la Iglesia.
Esto fue usado para visibilizar los efectos empresariales negativos de la violencia hacia las mujeres. Se acordaron acciones conjuntas con las comunidades de las zonas rurales en las que actúan, lo que generó un ambiente empresarial de buen trato y se mejoró la calidad de vida de las mujeres de sus comunidades de influencia.